Pulsómetros y gente mayor

Para acabar la trilogía de artículos, el especialista Joan Marc nos ayudar a romper un mito: los pulsómetros sólo son por gente joven. En este post os convenceréis del buen uso que puede suponer integrar un pulsómetro en la vida de la gente mayor.

A pesar de que parece que un pulsómetro es un aparato muy sofisticado, que sólo las personas jóvenes pueden emplear, no es así. Os daré 4 argumentos para entender que la gente mayor puede utilizar un pulsómetro para mejorar su calidad de vida.

  1. Facilidad de uso de los pulsómetros

A simple vista se puede comparar con un reloj digital, el cual dispone de máximo 3 botones para llevar a cabo todas sus funciones. Por lo tanto, lo puede emplear cualquier persona sin conocimientos tecnológicos previos.

  1. Estimula la actividad física

A medida que nos hacemos mayores el riesgo cardiovascular aumenta (colesterol, tensión arterial, riesgo de infarto…). Un factor que nos ayuda a controlar este riesgo cardiovascular es la actividad física supervisada.

  1. Ayudar a controlar la disminución de pulsaciones máximas

Otro problema que nos encontramos cuando envejecemos es la disminución de las pulsaciones máximas. De hecho, si una persona mayor realiza una actividad a pulsaciones alrededor de las máximas también se puede convertir en un factor de riesgo.

Por este motivo es importante tener conciencia de las pulsaciones con un pulsómetro con las que realizamos cualquier actividad física y poder delimitar una zona de pulsaciones óptimas durante la actividad. Controlando el entrenamiento conseguiremos disminuir el riesgo cardiovascular, perder peso, aumentar la autoestima y, como consecuencia, mejorar la salud y la calidad de vida.

  1. Control de corazón con un pulsómetro: ¡rutina diaria!

Aparte del ámbito de la actividad física, también podemos aplicar las funciones del pulsómetro al día a día. El corazón es un músculo y, como cualquier músculo, se va fatigando. Ver en algún momento del día si las pulsaciones aumentan de manera incontrolada o bien que estas disminuyen por debajo del habitual, nos puede servir de alarma para acudir al médico especialista y prevenir accidentes cardíacos como pueden ser los infartos.

Como conclusión me gustaría incidir en la importancia del entrenamiento supervisado, sea qué sea el nivel y la experiencia de las personas. Así como un médico conoce los medicamentos para recetarlos a los pacientes, el profesional de la actividad física tiene que dominar y exprimir al máximo las funciones de estos aparatos tan útiles en el entrenamiento deportivo.

En Salut25 estamos encantados de la colaboración de en Joan Marc y de su divulgación de los pulsómetros como herramienta de iniciación a la actividad deportiva, como mejora del rendimiento y como cómplice para la gente mayor. ¡Hasta la próxima!