Aspectos a tener en cuenta al elegir una muleta

No sabemos por qué, pero las muletas resultan especialmente atractivas para los más pequeños de casa. Probarlas, tocarlas y jugar con ellas para, finalmente, caminar sin dificultad y dejarlas aparcadas. Sin embargo, todo cambia cuando, además de cumplir años y perder esa ‘extraña’ ilusión, las necesitamos para caminar durante una temporada.

Desde Ortopèdia 25 queremos asesoraros en todos los aspectos necesarios que debéis tener en cuenta para conseguir las muletas más adecuadas para vosotros. Es importante llegar a conseguir tres aspectos fundamentales: comodidad, estabilidad y, muy importante, seguridad a la hora de desplazarnos.

Normalmente, las muletas se utilizan en situaciones puntuales, es decir, durante el periodo de tiempo que tardemos en recuperarnos de una lesión, o bien cuando un bastón no es suficiente para conseguir una movilidad adecuada.

Es importante conocer los distintos tipos de muletas que podemos encontrar e identificar cuál es la que más se adapta a nosotros:

TIPOS DE MULETAS

Lo primero que debéis saber es el tipo de material con el que se hacen las muletas. Pueden ser de madera, aluminio o fibra de carbono. Debéis saber que las más ligeras serán las de fibra y las más pesadas las de madera, ¡un poco obsoletas ya!

Habitualmente, el aluminio suele ser la mejor relación calidad precio, productos ligeros y resistentes.

Muletas de antebrazo: son las más habituales.
Soportan el peso en las muñecas, se deslizan hasta el antebrazo para dar estabilidad y lo reparten con las muñecas.

Son las más recomendables para lesiones de miembros inferiores y en personas con fuerza en los brazos.

Muletas axilares: son las muletas que se sitúan bajo las axilas. Su principal ventaja es el equilibrio que nos proporcionan y poder renunciar a la fuerza de los brazos. También son las ideales en caso que no sólo haya lesiones de miembro inferior, también de miembro superior. Destacan por la estabilidad y por la sensación de seguridad que ofrecen.Es necesario que incluyan unas almohadillas donde descansará la axila. Dependerá de la lesión o la movilidad de la persona, se utilizará una muleta o dos.

Muletas plegables: son las que nos proporcionarán un apoyo más leve, indicadas para personas más mayores que necesitan ayuda para caminar. Además de ser más ligeras y cómodas, son muy prácticas ya que se pueden transportar de manera muy fácil.

Otro aspecto a tener en cuenta es la altura adecuada de una muleta.

  • En las muletas axilares las almohadillas deben estar siempre 5 centímetros por debajo de la axila.
  • En las muletas de antebrazo deberemos poner la muleta de pie al lado del dedo meñique del pie. La abrazadera debe situarse a unos 5 centímetros por debajo del codo ligeramente flexionado y la empuñadura a la altura del hueso saliente de la cadera.

Sin embargo, para una persona que deba utilizar muletas durante un largo periodo de tiempo, se recomienda utilizar un caminador porque, a la larga, el uso prolongado de la muleta puede afectar en la espalda, cadera y hombros. Aquí hemos abordado algunos de los aspectos más importantes a tener en cuenta. Sin embargo, desde Ortopedia 25 siempre os ayudaremos a regularlas correctamente.